Otra ciudad histórica de la cultura uzbeca, Bujará, que destaca por su centro histórico, la madraza de Kukeldash y la mezquita de Poi Kalyan. La quinta ciudad más poblada de Uzbekistán y capital de la provincia homónima. Su nombre procede del uigur antiguo y significa “casa de oración” o “templo”.Bujará ha sido uno de los principales centros de la civilización uzbeka a lo largo de la historia. Su arquitectura y sitios arqueológicos forman parte de los pilares de la historia y arte turca. La región de Bujará fue durante un largo período parte del Imperio Temúrida. El origen de sus habitantes data del período de inmigración aria a la región. Los sogdianos habitaron esta región los cuales, siglos después, habrían de adoptar el idioma persa.A lo largo de su historia, Bujará ha sido una ciudad codiciada por muchos gobernantes, cambiando de manos de un conquistador a otro. En la época preislámica, fue un centro cultural para Asia Central.Durante los siglos IX y X, Bujará se convirtió en la capital del Imperio Samaní. Figuras de renombre, como Abu Ali Ibn Sina, Abu Abdullah Jafar Ibn Muhammad Rudaki, Omar Khayyam y otros, vivieron y trabajaron dentro de sus fronteras.En los siglos siguientes, la brillantez arquitectónica floreció en Bujará incluso cuando dejó de ser la capital. Numerosas estructuras medievales se han conservado hasta nuestros días. Bajo el reinado de Tamerlán (emir Timur), Bujará comenzó a emerger como centro religioso, ganándose el sobrenombre de Bukhoroi Sharif o Bujará Sagrada.